A Liga de Quito se le denomina el “Rey de Copas”. El único club ecuatoriano en poseer 5 trofeos internacionales, entre ellas una Libertadores y cada vez que salía del país demostraba esa casta copera de un club grande y representativo a nivel nacional e internacional.

Ejemplos sobran. En sus conquistas internacionales, 4 fueron celebradas fuera de su reducto, ya sean mediante tiros penales o marcador global, siempre manteniendo esa experiencia de saber jugar ante situaciones adversas (hinchada en contra, clima entre otros factores que no le importaba a los Albos) para obtener resultados o dejaba una imagen acorde a un equipo 13 veces campeón nacional y 5 internacional.

Sin embargo, en este último tiempo cuando le ha tocado salir a disputar partidos de carácter coperos, el equipo que está conformado con un buen plantel de jugadores le cuesta acoplarse desde el arranque del compromiso mostrando algo de nerviosismo, como no sabe dónde están parados y esto provoca que el rival se aproveche y empiece a encerarle a Liga en su área que no tiene una idea clara como salir de ahí creando peligro hacia su adversario.

A medida que transcurren los minutos, en algo se acomodan los integrantes, pero sin mucha agresividad a la hora de crear peligro en el arco del frente. Las modificaciones resultan demasiado tardías cuando el adversario ya va adelante en el marcador o simplemente Liga denota cierta desesperación por ganar los encuentros, que en la mayoría le resulta y termina llevándose los puntos, de una manera poco convincente para su exigente hinchada. Resultados hay, pero no la forma de cómo lo consiguen.

Y especialmente en compromisos internacionales a domicilio donde los aficionados Azucenas están acostumbrados de verle plantarse de otra manera, se preguntan. ¿Dónde se quedó esa casta del Rey de Copas? No, hace mucho demostrada en el último título internacional (en el cual el resultado fue empate, en el trámite del mismo se vio un equipo con entrega y ganas de levantar la copa y el resultado fue lo que todos los hinchas de LDU conocen) ¿Qué cambió en tan poco tiempo, como se perdió ese linaje de un equipo grande de Ecuador y de Sudamérica? ¿Cuestión de quién es? No, queremos señalar con el dedo ni dar nombres, porque la jerarquía es de todo un equipo que urge recuperarla lo antes posible para que vuelva a ser el Rey del Copas de Ecuador y de Sudamérica, el anhelo de toda su fanaticada.

Editorial: Por Ramiro Salazar Navas. Periodista Deportivo