Gustavo Alfaro, al mando de la Selección ecuatoriana, cumplió su primer semestre. Y lo ha hecho en cuanto a resultados deportivos y configuración de un equipo de una manera sobresaliente. Sin mucho tiempo de trabajo y pocos partidos dirigidos durante estos 6 meses, (septiembre del 2020 a marzo de 2021) el profe Alfaro ha dirigido 5 cotejos, donde consiguió 4 victorias (3 oficiales y 1 amistoso y solo perdió por la mínima diferencia en suelo argentino, con un tanto de penal, además ha hecho de la Tricolor un equipo goleador, en estos encuentros ha marcado 15 goles y ha recibido únicamente 7 anotaciones.
Por resultados deportivos, el profe Gustavo “pasó su primer semestre con la Tri”, pero aparte y no menos importante es que supo guiar a un equipo “desgastado”, sin muchas ideas futbolísticas, que necesitaba un cambio de aire, más que un estratega táctico metodológico que es Gustavo Alfaro, alguien que sepa llegarle al jugador y convencerle de sus cualidades dentro de la cancha y motivarles fuera de la misma y en ese aspecto encajó el estratega argentino quien además de un ser un trabajador al 100%, un analista táctico, que no pierde ningún detalle, supo “convertirse en psicólogo deportivo” y llegó al jugador ecuatoriano para que cuando entren a la cancha lo hagan defendiendo con todo el amor y la pasión la camiseta Tricolor y vaya que recaló su discurso, ya que en estos primeros partidos se ha visto una actitud completamente diferente de los convocados, con palabras de Gustavo Alfaro; “estos muchachos dejan el alma en cada entrenamiento y el mayor triunfo es la convivencia entre ellos” y se refleja la unidad del grupo ante todo y esto es un buen puntapié inicial en esta nueva era Gustavo Alfaro.
Y sumado a este aspecto motivacional que hoy en día es muy importante en el fútbol, como en la vida, en los pocos partidos que ha dirigido Alfaro se puede observar una idea futbolística con buen trato de balón, buscando el área rival (refleja los 15 goles marcados por la Selección), teniendo buenas individualidades con jugadores desequilibrantes por las bandas y goleadores que llegan en buen momento para enfocarlas. Quizás lo que le falta, debido a los pocos juegos que ha tenido la Selección ecuatoriana en este primer tramo, es complementar más esas individualidades de sus jugadores con un juego colectivo más sólido, especialmente en la zona defensiva donde aún se ve deficiencias a la hora de controlar a sus adversarios (en los 5 partidos, en todos le han anotado a la Tri) y en palabras del profe Alfaro, tras la victoria 2×1 ante Bolivia, indicó; “me gustaría acabar un partido con la valla en cero y para ello se requiere concentración hasta que el rival salga de la cancha”. Una debilidad a corregir por la tropa de Alfaro de cara a los encuentros ya oficiales de Eliminatorias y si se juega la Copa América en junio próximo.
Otro aspecto que vale la pena resaltar en este primer semestre de Gustavo Alfaro con la Tricolor, es que supo conjugar, lo que para muchos DT es fundamental en un equipo de fútbol, la experiencia y la juventud y en eso contribuyó gran parte el profe Jorge Célico, que con la base del exitoso combinado sub 20 (campeón sudamericano en el 2019 y tercer lugar en el Mundial de Polonia), “dio frescura” y dinamismo a esa nueva selección con jugadores como Preciado; Moíses Caicedo; Plata; Campana; Franco; “Chiqui” Palacios”, entre otros que ya saben lo que es defender la tricolor con méritos propios y ahora están ganando mayor roce en el combinado mayor con la “ayuda” de ciertos futbolistas experimentados como Domínguez; Arboleda; Noboa; Mena; Martínez, entre otros, que poseen mayor experiencia y aún pueden ser un verdadero aporte para esta Tricolor que va enrumbando su camino tanto futbolístico como fuera de la cancha y de una manera mesurada convenciendo a los ecuatorianos que anhelan ver nuevamente flamear la bandera amarillo, azul y rojo en una Copa del Mundo.
Para ello, se requiere trabajo, responsabilidad, capacidad, compromiso, actitud y todo ello en este primer semestre ha demostrado el profe Gustavo Alfaro al mando de una reestructurada selección ecuatoriana que va en camino correcto para convertirse en un combinado que llene de orgullo a los 18 millones de ecuatorianos, que nos quedamos con las ganas del anterior proceso eliminatorio, aunque se inició de una manera perfecta y luego todos conocemos el desenlace, (eliminados del mundial de Rusia 2018), otra de las situaciones que se debe corregir y poner los pies sobre la tierra, aunque se haya empezado de buena manera, recordar que el camino es larguísimo con piedras, obstáculos a superar, pero sobre todo aprender a no confiarse y andar por el sendero de la humildad, fortaleciendo lo bueno y lo positivo que se ha realizado en estos primeros meses y corrigiendo las falencias que existe en ese combinado ecuatoriano que pretende devolver la ilusión a todo un país de “la mano de Gustavo Alfaro que al momento pasó la novatada en Ecuador” (primeros encuentros), pero ojo aún se viene lo más complicado y duro, seguir consolidando “el proyecto tricolor rumbo a Qatar 2022”.
¡Vamos Tricolor que si se puede!!!